Hay cosas que cambian y otras que se
mantienen si se habla de la iniciación sexual de los adolescentes uruguayos. En
los últimos años el debut es cada vez más temprano.El estudio Ser mujer y ser
varón adolescente en Uruguay, realizado en 2009 por las ONG Iniciativa Latinoamericana
(InLatina) y Aire.uy señala que, entre casi 800 jóvenes de entre 13 y 18 años,
los varones ya sexualmente activos tuvieron su primera vez a los 14,2 años
promedio, mientras que las mujeres lo vivieron casi a los 15. Según un
compilado de investigaciones que InLatina resumió para Unesco en 2004, en los
años 90 la edad del debut rondaba los 17 años; y en el segmento de población de
entre 18 y 35 años, los varones declaraban su inicio a los 15 y las mujeres a
los 19. Más allá de las estadísticas, esta menor edad "es una clara
percepción clínica", afirma el psiquiatra y sexólogo Carlos Moreira,
director de la Clínica Masters.
Paralelamente, en una investigación realizada
por el Grupo de Diarios América (GDA) en once países de la región, se señala
que, si bien la mayoría de los uruguayos declara haber tenido su primera
experiencia sexual entre los 16 y 18 años (44,6% frente a 41,5% promedio de
toda la región), el porcentaje de adolescentes uruguayos que dicen haber
debutado en la franja de entre los 13 y 15 años (22,4%) es el mayor de todos
los países relevados.
"Los inicios más tempranos tienen que
ver con que vivimos en una sociedad hipererotizada e hipersexualizada",
señala el sociólogo Juan José Meré, hoy asesor sobre Sida para el Fondo de
Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por la sigla en inglés) y
corresponsable de este estudio de InLatina y Aire.uy. Otros expertos agregan
que, de la mano con la sociedad tan sexualmente estimulante, la presión del
entorno social empuja a los adolescentes a debutar lo antes posible. Que las
"barras" influyen es innegable. No en vano, la investigación del GDA
indica que en Uruguay, más que en ningún otro país de la región, los
"amigos de igual edad" son la principal fuente de información sexual de
los adolescentes (ver nota aparte). Y Moreira señala que la presión de la barra
de amigos sobre el integrante que aún se mantiene virgen "tiene una enorme
gravitación, especialmente entre las chicas".
EDUCACIÓN. Hay relaciones que se cumplen a
rajatabla y en la que coinciden todos los especialistas en este tema: a más
información que el adolescente tenga sobre sexo, más tardía y en mejores
condiciones será su primera experiencia sexual. Meré destaca otros resultados
que arrojó el estudio de 2009. Uno de ellos refiere a las diferencias por
estrato socioeconómico: en los medio-bajos, el porcentaje de
"iniciados" entre los 13 y 18 años es casi el doble (51,8% a 28,5%)
que en sectores medio-altos, además de ocurrir un año antes (14,3 de promedio
contra 15,3). "Eso quiere decir que hay un manejo diferente de la
sexualidad, que las condiciones de vida y las familiares tienen su
incidencia", explica.
Al respecto, la psicóloga y sexóloga Carolina
Villalba matiza: "Quien tiene una buena contención familiar, un marco
afectivo y una educación sexual adecuadas, más allá de su clase socioeconómica,
tendrá más herramientas para poder decidir tener su inicio sexual en el momento
justo, de acuerdo a las condiciones más favorables y esperadas". Esta
experta afirma que las chicas apelan más a la familia o a los centros
educativos para informarse, mientras que los varones prefieren consultar con
sus pares o en Internet.
Si la educación, digamos, "no
formal" es la mayor fuente de información sexual, ¿qué pasa con la formal?
Diego Rossi, coordinador del Programa de Educación Sexual del Codicen, señala
que todos los liceos públicos del país tienen un docente referente en el tema,
y que desde 2008 se ha capacitado a unos 6.000 maestros. El programa habla de
reproducción, género, sexualidad y diversidad. "Siempre aspiramos a que
todos los docentes del sistema educativo estén formados en esta temática.
Sabemos que es imposible porque, bueno... son temas difíciles de cubrir",
reconoce. "Pero podemos afirmar que la mayoría de las instituciones
educativas del país están brindando formación e información de
relevancia". Los expertos consultados señalan que, además de enseñar, este
ámbito debería canalizar las dudas que le surgen a los adolescentes en otros
ámbitos, y que aún le queda mucho camino por recorrer. "Está cumpliendo un
factor importante, pero insuficiente", señala Meré.
Otro factor que resalta Meré es la
aproximación de la edad de inicio entre mujeres y varones. En los `90 había
estudios que hablaban de una brecha de cinco años; ahora hay trabajos donde se
habla de apenas uno. Así, el terapeuta sexual y sexólogo clínico Santiago
Cedrés, opina que dos realidades se acercan: ellas se inician antes y ellos
empiezan a incluir "sentimientos amorosos" a la hora del primer
encuentro, antes terreno sobre todo femenino. "La iniciación sexual es
cada vez más democrática", resume.
VIEJOS MANDATOS. Ser más democrática no
significa que los viejos prejuicios se hayan venido abajo.El propio Cedrés
sostiene que la democracia no ha impedido que la "doble norma" en
materia sexual para chicos y chicas viva y luche, así en 1930 y en 2012
también. "Esa actitud cultural gratifica al varón y discrimina a la mujer
en cuanto dota de mayor libertad sexual al primero". Si bien la virginidad
ha perdido casi toda su buena prensa, a ellas se les sigue inculcando que el
sexo tiene que estar vinculado al amor para ser socialmente aceptable, mientras
que los varones carecen de esa presión social.
En Ser mujer y ser varón... se indica que
aproximadamente 82% de las chicas de todos los estratos sociales tuvieron su
primera relación sexual con su "novio", y casi 57% lo hizo por
"amor".
Por otro lado, entre los varones la
motivación principal fue "atracción y deseo", con 55,8% (¿amor?:
24%); la primera vez de ellos se reparte entre una "amiga" o
"pareja ocasional" (43,5%) y una novia (42%). Para Meré, esto es un
indicador que los mandatos sociales se mantienen.
"Los varones hoy tienen mayores
posibilidades de que su pareja acceda a tener relaciones, y tenerlas en ese
marco es preferido", dice Villalba. Eso no significa que haya prácticas
perimidas. La investigación de 2009 arroja que 14% se inició con una
trabajadora sexual (en los años `90 se hablaba de 28%), proporción que crece a
uno cada cuatro en los estratos medio-altos. Ir a los prostíbulos para
"hacerse hombres" aún no quedó en la prehistoria. También se indica
que 2,6% de los jóvenes encuestados "debutó" con alguien de su mismo
sexo.
Hay cosas que han cambiado, según Meré, para
bien. El 86,3% de los adolescentes entrevistados en 2009 utilizó algún método
de protección en su primera vez; entre ellos, 90,5% usó preservativo, con su
doble prevención de embarazos y enfermedades de transmisión sexual. "Eso
es un dato fantástico, que demuestra el cuidado particular de estos jóvenes que
nacieron en la generación del VIH". Y hay cosas que no van a cambiar
jamás, coinciden los expertos: previo a su iniciación, el varón estará ansioso
y asustado ante un mal desempeño; la mujer le agregará el miedo al dolor y al
sangrado. Hay otra cosa que deslizan los que saben y que suscribe cualquier
hijo de vecino: la segunda vez siempre es mejor.
Pares de la misma edad, la mayor fuente de
datos
"Yo las primeras nociones de sexo las
aprendí escuchando a mis amigos. Con mis padres me avergonzaba hablar de sexo y
en el liceo al que iba, privado y católico, enseñaban lo de la reproducción y
chau. Que se podía hacer por placer y esas cosas, lo supe por amigos más
`avivados`. Y debuté a los 16 años con una novia, ¡que casualmente iba al mismo
liceo que yo!". Aníbal (25), diseñador gráfico, es el claro ejemplo de una
realidad existente: en este país, guste o no, la "barra" es la
principal fuente de información sobre sexo.
El 32,7% de los uruguayos tiene los
"amigos de la misma edad" como la principal fuente de información
sexual, según el Estudio de Hábitos Sexuales del Latinoamericano realizado en
2010 y en 11 países por el Grupo de Diarios América (GDA). Estos vínculos
sociales son la fuente primaria tanto para hombres (38,4%) como para mujeres
(27%). También es el porcentaje mayor para ese ítem entre todos los países de
la región, en la que esa opción está ubicada segunda con 24,2%.
En la compulsa del GDA, apelar a
"libros, revistas o periódicos" es la fuente de información sexual
más utilizada por 28,1% de los casos en toda la región; en el caso particular
de Uruguay, esas herramientas están en un segundo lugar: 16,3%. En ese rubro,
se puede inferir que está presente Internet.
Los profesionales reafirman esa conducta.
"Como todo lo adolescente, (el aprendizaje sexual) es un fenómeno
esencialmente grupal. Sus padres `enseñan` muy poco. Solo van a ellos a
confirmar algo que adquirieron afuera", señala el psiquiatra y sexólogo
Carlos Moreira.
"Es la educación no formal la que cuenta
con mayor protagonismo en la vida de los adolescentes: el grupo de pares y la
búsqueda por Internet", agrega en tanto el terapeuta sexual Santiago
Cedrés.
Desglosado por sexo, las mujeres uruguayas
han consultado sobre estos temas a sus madres más que el promedio regional
(20,9% aquí; 15,2% en América Latina); lo
mismo puede decirse de los hombres uruguayos con sus padres (10,6% acá: 6,5% en
la región).
Solo 7,6% de los uruguayos tuvo a sus
"profesores en el colegio" como sus fuentes de información sexual (en
toda la región, esto significa el 8,1%). Y, posiblemente por causa de mandatos
sociales aún vigentes, mientras 11,4% de las mujeres uruguayas aprendió sobre
sexo sobre todo gracias a su pareja masculina, la situación inversa solo se da
en 3,5%.
LAS CIFRAS
44,6%
Son los uruguayos que se inician sexualmente
entre los 16 y los 18 años; en la región, es 41,5% (GDA, 2010).
22,4%
Uruguayos que se iniciaron sexualmente entre
los 13 y los 15 años; en la región, estos son el 17,8% (GDA, 2010).
14,19
Edad promedio de iniciación en contextos
sociales medio-bajos; en medio-altos es 15,29. (InLatina y Aire, 2009).
14,33
Edad promedio en años del debut sexual de los
varones en el país; en las chicas es 14,95. (InLatina y Aire, 2009).
56,8%
Chicas que dijeron que el inicio fue por
"amor". En ellos primó "atracción y deseo": 55,8% (InLatina
y Aire, 2009).