Síntomas del Enamoramiento
Pérdida de sueño y apetito; hiperactividad;
subida de la presión arterial; aumento de la capacidad muscular, al liberarse
grasas y azúcares; y de la cantidad de glóbulos rojos, para mejorar el
transporte de oxígeno por la corriente sanguínea, son algunos de los síntomas
que sufren los enamorados. La atracción sexual descansa primordialmente en las
diferencias sexuales y, aunque no se sabe con certeza, podría tratarse de
alguna preferencia inconsciente que se va configurando en los primeres meses de
vida: preferencias de temperamento, figura, rostro, etc. de las personas que
nos rodean.
La química del amor está
mediada por una serie de sustancias que nos hacen sucumbir a la pasión amorosa.
A través del sistema nervioso, el hipotálamo envía mensajes a las diferentes
glándulas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten
inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina (neurotransmisores
que comunican entre sí a las células nerviosas).
Química del Amor: Bombardeo Hormonal
Es tan fuerte este impulso que en el momento
del enamoramiento somos monógamos, pero al terminar éste, la razón entra en
juego ya que biológicamente estamos condenados no sólo a buscar pareja sino
también a sentir los incentivos de alrededor. En un estudio demostrado
científicamente con estudios de ADN, se comprobó que un 16% de los hijos
estudiados en hospitales no eran de los padres legales.
Lujuria, Atracción, Unión.
La antropóloga Helen Fisher, profesora de
investigación de la Rutgers University de New Jersey, identifica en el cerebro humano los tres aspectos del amor: lujuria,
atracción y unión. La lujuria, o deseo sexual, es producto de la testosterona,
que es la causante del impulso inicial que nos hace buscar pareja. De ahí que
los hombres parecen ser más susceptibles a la acción de esta química; ellos se
enamoran más rápida y fácilmente que las mujeres. Como anécdota, el 50% de las
mujeres entrevistadas para el libro “Por qué necesitan las mujeres del
chocolate” confesó que elegiría el chocolate antes que el sexo.
Después viene la atracción, que se atribuye
en parte a los bajos niveles de serotonina y a la dopamina, un neurotransmisor
cerebral que se relaciona con la sensación de bienestar. Se trata de un
sentimiento de seguridad, comodidad y paz. En este caso son las endorfinas
-compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina y otros
opiáceos- los que confieren la sensación común de seguridad comenzando una
nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido,
dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos. Su actividad perdura de 2 a 3
años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae. De
hecho, el momento en que una pareja tiene mayores probabilidades de divorciarse
se ubica en el cuarto año de relación, que es el plazo más habitual del
divorcio, tras el matrimonio.
Un estudio alemán ha analizado las
consecuencias del beso matutino, ése que se dan los cónyuges al despedirse
cuando se van a trabajar. Los hombres que besan a sus esposas por la mañana
pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de
tráfico, ganan de un 20% a un 30% más y viven unos ¡cinco años más!
En el enamoramiento también influyen otros
factores como el olor. Los humanos desprendemos feromonas que resultan
atractivas para los demás. Hay pruebas científicas de que la atracción de
feromonas existe en todo el reino animal y en los insectos. Hacia el año l997,
los estudios de Wedekind mostraron que la axila es un sitio importante para la
selección sexual, ya que la selección de individuos según el olor implicaba las
variaciones genéticas más amplias entre los individuos, lo que promovía
variaciones genéticas en el sistema inmune de la descendencia…